Entro al baño, mano en el bolsillo interno del saco, tomo una pastilla de menta, la meto en mi boca, mientras me miro al espejo y me arreglo, me encargo que el olor de mi aliento sea agradable a su olfato... todas las damas saben apreciar ese detalle...
Estoy listo...
Entre el ruido de la música, las chicas agolpadas contra la barra y quienes circulan por el boliche, diviso a la rubia, sentada en un rincón tomando un trago típico para una chica como ella...
Martini de manzana verde... Sin consultar nada me siento a su lado... tomo su mano, la beso y me presento...
"Hola, soy..."
Y justo antes de terminar la frase, fijando mi mirada en sus ojos, su piel contra mis labios, quedo impávido al ver a la mujer mas bella con la que podría haber soñado...
Jamas tanto disfrute, tanto goce, como esos segundos en que mi alma decidió perderse en la profundidad de sus ojos...
viernes, 4 de junio de 2010
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